Cada Navidad tiene su encanto. Todo depende de la experiencia de quien la vive. Hay unas más festivas, algunas más memorables, y otras, muy nostálgicas pero sin duda esta de 2022 va ser una de las más inolvidables. ¿ Por qué?, porque nunca antes, tradición y tecnología se han mezclado en una iniciativa tan fascinante y auténtica, por lo que estoy seguro, que esta celebración se vivirá como ninguna.

La Fábrica de Santa llega como la nueva experiencia inmersiva de Navidad a través de un espectáculo de magia, luz y sonido sin precedentes, y el epicentro de esta gran novedad es el Caribe colombiano; justo a la orilla del Río Magdalena.

Al mejor estilo de los espectáculos modernos que le han dado la vuelta al mundo como Van Goh Alive, Monet y Diseny Animation, la Fábrica de Santa es otra obra del arte digital donde convergen en perfecta armonía las tradiciones navideñas transmitidas entre generaciones cristianas durante cientos de años y las creaciónes en tercera dimensión.

Un show multiplataforma inspirado en la historia universal del personaje más adorado por niños y adultos de una gran porción de este Planeta, debido a su caracter bondadoso y complaciente. Santa Claus, Papá Noel, o el Niño Dios, como se le conoce en las distintas comunidades sujetas a sus propias creencias y costumbres, representa no solo la llegada de esta fecha, también, personifica como ninguna otra figura, valores positivos y constructivos de una mejor sociedad como el amor, la esperanza, la reconciliación y la unión.

La fábrica de juguetes le permitirá al espectador vivir la experiencia gracias a una imagen de cuatro caras, en 360°. Inclusive, podrá caminar, proyectar la experiencia y lograr una inmersión con la sensación de estar totalmente incluido en la historia.

Las familias espectadoras podrán celebrar por desde unas semanas antes, las fechas de fin de año. El Gran Malecón del Río es el escenario de la Fábrica de Santa. Un super montaje que contará con 6 funciones por día, siete horas abierto al público en los horarios de lunes a domingo de 4:00 p.m. a 10:00 p.m.  

La Fábrica de Santa es el lugar favorito del abuelo por excelencia, del amigo de los niños, que es complaciente y defiende las tradiciones más valoradas, como el hecho de compartir los regalos, la cena, los juegos, los abrazos, los recuerdos. Incluye el famoso expreso que vuela sobre las nubes, recorre varias estaciones, entre ellas, la estación del expreso polar, recrea un viaje mágico por las Navidades del mundo hasta el lugar donde esta la propia fábrica que solo será posible de ver si hay fe y mucha imaginación.

En el universo de lo sensorial, imágenes y sonidos son los reyes de la fugacidad.

Energía pura que atraviesa nuestros cuerpos para perderse en el vacío y así reconfirmar su carácter transitorio.

Pero qué pasa cuándo esas ondas se vuelven experiencias. Se transforman en momentos imborrables que terminan alojados en nuestra memoria.

Recuerdos que con solo traerlos al pensamiento son capaces de hacernos sentir las emociones vividas en ese instante.

La inolvidable celebración de los 497 años de Santa Marta es un claro ejemplo de cómo lo efímero puede ser capaz de mutar a lo perdurable.

En la historia presente de esta ciudad costera una serie de eventos exitosos también dejaron en evidencia como tecnología, logística y organización son fórmulas ganadoras en la generación de grandes emociones y cifras nada despreciables:

150 mil visitantes, entre un 80 a 90% de ocupación hotelera y al menos un centenar de actividades debido al cumpleaños de la capital samaria, las Fiestas del Mar y la octava versión del Festival de Verano y Música al Mar, en simultánea.

Acontecimientos ambiciosos en producción, montaje y asistencia que desde su concepción y preparación se alinearon en un solo objetivo: la reactivación de Santa Marta como un destino turístico nacional e internacional, más competitivo y con mejores condiciones para los prestadores de estos servicios, buscando halonar la economía de la región y el país, soñando con un desarrollo que ayude a resolver problemas estructurales de su comunidad.

Así fue como en este contexto, se realizó la clausura de las fiestas. Un monumental concierto con artistas y agrupaciones ganadoras del Festival de Verano y la presentación del Grupo Niche y Lil Silvio y El Vega.

Una mágica proyección de luces y sonidos que al bailar con la arena, el mar y el viento nocturno de la bahía El Rodadero, hacían imposible imaginar un mejor escenario para un cierre.

Un espectáculo único que colmó de felicidad y orgullo a sus habitantes y gobernantes hasta el nivel de hacerlos creer y sentir que Santa Marta es merecedora en adelante de eventos de gran magnitud y calidad por su vocación turística, urbanística y cultural.